El Gobierno catalán aprobó ayer el proyecto de Ley sobre la Regulación del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, que prevé una rebaja de la presión fiscal del orden del 24% (un 66% para las herencias pequeñas y medianas). El 80% de los ciudadanos que pagaban este tributo quedarán exentos. Además, el tipo efectivo sobre la base imponible pasa del 10% al 7,6%.
El departamento de Economía de la Generalitat catalana ha destacado el nivel de reducciones aplicables del impuesto. Así, los hijos y parientes directos incrementarán en 22.000 euros la reducción que podrán aplicarse sobre el importe del patrimonio que reciben (de 18.000 euros se pasa a 40.000 euros). Los cónyuges y parejas de hecho podrán deducirse 62.000 euros más, situando la reducción máxima en 80.000 euros (se multiplica por 4,4). Las reducciones de hermanos, sobrinos pasan de 9.000 euros a 15.000.
Por otra parte, el inspector de Hacienda Josep Costa Sol fue nombrado ayer director del ‘Programa para la reforma de la Administración Tributaria de Cataluña’, que tiene como objetivo la creación de una Agencia Tributaria en Cataluña.