La reforma fiscal ha tenido ya sus primeros efectos en la Hacienda Pública, que dejó de recaudar hasta marzo 600 millones de euros, con un ahorro de 300 millones para los contribuyentes en el pago del IRPF y de la misma cantidad para las empresas con el Impuesto de Sociedades.
Así lo anunció esta semana el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, quien por otro lado dio los datos de Ejecución Presupuestaria del Estado hasta abril, que arrojan un superávit de contabilidad nacional de 20.842 millones de euros, equivalente al 2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).
Tras informar del ahorro fiscal que ha supuesto la reforma hasta marzo, Ocaña reconoció que los efectos de este cambio legislativo podrían ser menores que lo esperado, tanto en el ahorro con el IRPF como con el Impuesto de Sociedades.
El cálculo inicial del Gobierno cuando se aprobó la reforma fiscal era de un ahorro de 4.500 millones este año -2.000 millones menos de recaudación por el IRPF y 2.500 millones menos por el Impuesto de Sociedades-.
La revisión a la baja, en cualquier caso, no es definitiva, ya que, según el secretario de Estado, deberá esperarse a mayo de 2008 -una vez cerrado este ejercicio fiscal- para conocer la cuota diferencial impositiva.
Datos positivos
En cualquier caso, la ejecución presupuestaria sigue mostrando datos positivos, y en términos de caja -que computa los ingresos y pagos ya efectuados- el Estado tuvo un superávit de 16.505 millones de euros de enero a abril, frente a 13.492 millones el mismo periodo en 2006. Este saldo positivo se ha debido, según Hacienda, al aumento de los ingresos impositivos.
Los datos muestran no obstante que la economía española registró una necesidad de endeudamiento de 2.965 millones de euros, frente a la capacidad de 1.273 millones del mismo periodo de 2006, lo que Ocaña atribuyó a un mayor aumento de los depósitos del Estado en el Banco de España.
Ocaña recordó que, tradicionalmente, en el primer cuatrimestre se obtienen unos resultados muy positivos, debido a que en abril se recaudan un gran número de impuestos, por lo que estos datos “no pueden extrapolarse al resto del año”.
Entre enero y abril, los ingresos no financieros, tanto del Estado como de las Administraciones Territoriales -comunidades autónomas y corporaciones locales-, aportaron 78.362 millones de euros, el 11,5 por ciento más que un año antes.
La recaudación de los impuestos directos fue de 36.813 millones, el 14,3 por ciento más. La recaudación por IRPF aumentó el 12,4 por ciento debido, en parte, al aumento de las retenciones de capital y fondos de inversión.
Las retenciones de trabajo en el IRPF aumentaron el 10,6 por ciento, aunque, explicó Ocaña, han sido 614 millones inferiores a las que se habrían obtenido si no estuviera en vigor la reforma fiscal.
La recaudación en retenciones de capital creció de forma significativa, 300 millones más, debido según Ocaña a la buena evolución de las rentas y al aumento de su tributación. Así, el saldo neto del ahorro en IRPF -diferencia entre las menores retenciones por trabajo y el aumento de las de capital- se sitúa en algo más de 300 millones.
Sociedades
En el caso del Impuesto sobre Sociedades, su recaudación fue de 7.935 millones de euros, el 19,8 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, porque según Ocaña los beneficios de las empresas “siguen siendo elevados”.
De este tributo, el secretario de Estado recordó que en abril se produjo el primer pago fraccionado, con el que se recaudó el 16,9 por ciento más, lo que de nuevo atribuyó a los buenos resultados empresariales, que contrarrestan la reducción de los tipos impositivos.
Los ingresos por impuestos indirectos supusieron 37.450 millones, el 8,7 por ciento más que el año anterior. Dentro de éstos, la recaudación del IVA alcanzó 30.146 millones, el 8,9 por ciento más, con un elevado crecimiento que sin embargo se ha moderado, lo que en opinión de Ocaña es “coherente con el aterrizaje suave de la economía española”.
Los impuestos especiales aportaron a las arcas del Estado 6.250 millones, el 8,3 por ciento más que en el primer cuatrimestre de 2006. De este capítulo, Ocaña destacó la recaudación de los impuestos sobre las Labores del Tabaco, que creció el 19,6 por ciento, incremento que en su opinión “no dice nada sobre cómo está la evolución del consumo” de este producto, del mismo modo que el aumento del 2,9 por ciento de la recaudación del impuesto sobre hidrocarburos no muestra cambios relevantes.
Los gastos no financieros alcanzaron 45.594 millones de euros, el 8,6 por ciento más, y Ocaña recordó que no son significativos a estas alturas del año, en que además quedaban pendientes obligaciones del ejercicio pasado.